Que es la Agenda 2045 y porque Argentina votó en contra en la ONU
"Argentina se desmarca en la ONU con un resonante 'no' a la Agenda 2045, pero ¿qué misterios y controversias esconde este ambicioso plan global?"
La Agenda 2045 es una extensión de la anterior Agenda 2030, surge como un proyecto global para afrontar retos futuristas, desde la digitalización hasta la preservación ambiental. En un hito reciente, la presencia argentina en la ONU, representada por Javier Milei y Diana Mondino, se posicionó en contra de esta iniciativa, marcando un claro distanciamiento en la votación. La denominada 'Pacto del Futuro' contempla modificaciones que abarcan desde la actualidad de las redes sociales hasta las políticas de la propia organización mundial.
Los representantes argentinos objetaron particularmente las medidas fiscales y las posibles restricciones a la libertad de expresión digital. Con un enfoque en el crecimiento económico nacional, Mondino subrayó la importancia de conservar la autonomía estratégica del país. Por otro lado, remarcó la firme voluntad Argentina de resolver disputas de manera pacífica y preservar un orden internacional fundado en principios y valores democráticos.
“Queremos enfrentar los retos del terrorismo, las amenazas a la integridad territorial, a la democracia, a la seguridad internacional y al desarrollo económico. Para ello, tomamos como guía los propósitos y los principios de la Carta de las Naciones Unidas. Estos desvíos generan problemas no solo al propio país sino para los que con él interactúan”, expresó Mondino en su cuenta de X en la previa de su discurso en la Asamblea General.
“Argentina quiere tener alas para su desarrollo, sin estar sujeto a un peso indebido de decisiones ajenas a nuestras metas”.
El 'Pacto del Futuro' no solo aborda la urgente cuestión climática sino que también intenta fomentar la inversión en desarrollo sostenible y la eliminación de barreras para países en desarrollo. Adicionalmente, propone intensificar los esfuerzos para eradicar problemas como la pobreza, la inseguridad alimentaria y las armas nucleares mientras promueve la paz y la equidad social.
También se incorpora una cláusula tecnológica en la Agenda 2045; esta alienta a las empresas digitales a controlar el abuso en línea y a mejorar sus sistemas de reporte, incrementando así la transparencia y la moderación de contenidos. Además, la ONU insta a la regulación de la Inteligencia Artificial para asegurar su contribución al bienestar público, atendiendo a la diversidad cultural y lingüística, y prevenir impactos negativos en el empleo y el ambiente.
El pacto digital también convoca a empresas como TikTok, Instagram y X, y a las compañías tecnológicas, a mejorar la transparencia en sus políticas de servicio, la moderación de contenido, las recomendaciones del algoritmo y el manejo de la información de los usuarios.
La ONU también busca que los equipos de investigación obtengan acceso a datos clave para detectar los distintos procesos de desinformación, fake news, y discursos de odio.
Por otro lado, el organismo internacional buscará “gobernar” la Inteligencia Artificial y ponerla al servicio del interés público y del desarrollo de los países, teniendo en cuenta la diversidad cultural y de lenguaje.
Distintas críticas provocó en Chile que el gobierno de Gabriel Boric haya adherido a la agenda 2045 en secreto.
La adhesión al pacto propuesto por la ONU ha sido duramente criticado por miembros del partido Republicano, quienes apuntaron al “secretismo” de La Moneda, así como también por el hecho de tratarse de un pacto que no pasa por el Congreso.
“El Presidente de la República acaba de aprobar el Pacto del Futuro, que no es más que la extensión de la famosa agenda 2030, a una nueva agenda 2045”, señaló el diputado Schubert.
“Tenemos muchas preguntas, en primer lugar, por qué esto se mantuvo en secreto, por qué nunca se informó a la ciudadanía, por qué en la Comisión de Relaciones Exteriores, donde el canciller viene habitualmente, nunca se hizo referencia a este nuevo acuerdo”, añadió.
“Esto no es un tratado internacional, esto es un pacto que se firma por Chile, donde no significa un vínculo, pero que no es exigible por tribunales internacionales”, sostuvo.
“Por lo tanto, al no ser un tratado internacional, no va a pasar por el Congreso Nacional, es decir, nunca los chilenos, a través de sus representantes, van a poder pronunciarse respecto a su contenido, contenido que aún estamos enterándonos a través de la prensa”, reprochó.
“Lo que la prensa señala es que por ejemplo se regula la inmigración ilegal buscando la forma de normalizarla y de ingresarla al sistema de los distintos países. Se habla de cambio de patrones de consumo, de crecimiento, control del gasto militar, entre otras cosas. Reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, consumo agrícola y su regulación, regulación restrictiva de las redes sociales, etcétera, etcétera”, añadió.
“La pregunta es ¿estamos de acuerdo con eso? ¿Nos parece que son aquellas regulaciones buenas? Nunca lo vamos a saber porque no va a ser parte la discusión, y es eso lo que a nosotros nos molesta”, sostuvo el parlamentario republicano.
“Nos sigue sorprendiendo la negativa del Gobierno de haber transparentado esta situación, de haber compartido con el resto de los chilenos este acuerdo que ya el presidente firmó”, añadió Schubert.
“Un presidente que le queda un año y medio de gobierno y que tiene que representar a todos los chilenos pensando en el futuro en nuestro país y no en su particular ideología y en su sector de apoyo”, concluyó.
También el lider del partido republicano, Jose Antonio Kast, se refirió a este tema a través de su cuenta de X.